Me tomas la mano...
Y un mundo que salta en mi entrepierna,
saltando anónimamente por tus caricias tiernas.
Me abrazas,
Una gota empapa a las rosas
Y a mi voz que pegajosa dura más que la expedición nueva:
Son kamikazes con vértigo y averiados
cayendo a territorio amigo y feroz
con la bandera blanca de la excitación vencida...
JMP
Hemos regresado, más decadentes, pero quiza, mejor.
ResponderEliminaral volver a leerlo lo encontre mejor, lo encontre más literario y menos carnal. Pero aún sigo pensando que son dos las cabezas que escriben aquí.
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