martes, 29 de noviembre de 2011

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No sé porque pienso que al final sólo existe el leer. Debe ser porque el amor entra por los ojos al igual que las letras de los libros y, en la medida que las historias que se leen son más sugestivas más amor se encuentra. Siendo, eso sí, ya la hora  del espanto, más vale, preguntarse si seguir buscando significará pagar deudas con seres importantes. La verdad; yo no creo en la incertidumbre de la muerte. Ni que es la certeza más imposible. Entiendo que el cuerpo se apaga, cansa, decae, pero aún no entiendo por qué se empeña en resistir.

lunes, 28 de noviembre de 2011

No entiendo muy bien que significa la expresión: el hombre es una animal racional. No porque crea que somos animales a secas o racionales a secas, ni tampoco en que al final, somos la desequilibrada  expresión de ambas la mayor de las veces. Creo que tal vez somos tarugos, mensos como dicen los mexicanos, animales estúpidos, semejantes a las polillas, hablamos, construimos, peleamos, y lejos lo más divertido, amamos, creemos amar, gozamos con el sufrimiento de una esperanza vacía, y le tememos a la muerte. Así, somos los animales más estúpidos, que saben que van a morir, y que a pesar de eso, creemos que la vida es un cofre abierto con todos los tesoros perdidos que ya muchos intentaron encontrar sin llegar a ninguna solución.