domingo, 4 de diciembre de 2011

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Mis ojos aletean como peces lanzados de súbito fuera del agua, fuera del mar u océano, cayendo frente a las botas del pescador, manchadas con vísceras rosadas, recién pestilentes. O imagino, más bien,  que mis ojos  caen río  abajo, sin susto, abriendo las manos, soltándose de una soga invisible que parte de un recuerdo muy difuso y paradojalmente cercano en el tiempo. La soga que imagino es blanca, espumosa,  y mis ojos son degollados por la sal que viene de una lengua tenebrosa, como si fueran introducidos en  aceite casi hirviendo, saltando y muriendo, cocinándose, en rigor, friéndose. Todo aquello que nace, nace para saltar y luego morir. La sensación que me persigue es parecida a esa que tiene un sadomasoquista: estar haciendo el amor con una capucha negra en la cara, con dos pequeños orificios por donde parece que se quieren escapar mis ojos, sentirme embestido una y otra vez, sin posibilidades de negación, de enojo o alguna violencia liberadora (¿La violencia es liberadora?), sentir una mano en mi cuello, suave, detenida en "la manzana de adán", concentrándose con un sólo dedo, que gira, como si me quisiera excitar. Oír de pronto <<es mía>>, sentir dolor, como si me picasen de forma caliente, ver  sangre, muchísima, sin ninguna sensación heroica.

martes, 29 de noviembre de 2011

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No sé porque pienso que al final sólo existe el leer. Debe ser porque el amor entra por los ojos al igual que las letras de los libros y, en la medida que las historias que se leen son más sugestivas más amor se encuentra. Siendo, eso sí, ya la hora  del espanto, más vale, preguntarse si seguir buscando significará pagar deudas con seres importantes. La verdad; yo no creo en la incertidumbre de la muerte. Ni que es la certeza más imposible. Entiendo que el cuerpo se apaga, cansa, decae, pero aún no entiendo por qué se empeña en resistir.

lunes, 28 de noviembre de 2011

No entiendo muy bien que significa la expresión: el hombre es una animal racional. No porque crea que somos animales a secas o racionales a secas, ni tampoco en que al final, somos la desequilibrada  expresión de ambas la mayor de las veces. Creo que tal vez somos tarugos, mensos como dicen los mexicanos, animales estúpidos, semejantes a las polillas, hablamos, construimos, peleamos, y lejos lo más divertido, amamos, creemos amar, gozamos con el sufrimiento de una esperanza vacía, y le tememos a la muerte. Así, somos los animales más estúpidos, que saben que van a morir, y que a pesar de eso, creemos que la vida es un cofre abierto con todos los tesoros perdidos que ya muchos intentaron encontrar sin llegar a ninguna solución.

jueves, 6 de octubre de 2011

Espejismo

Francamente me siento desorientado. Cuando uno cree que las cosas finalmente se estan decantando de cierta manera, algo inesperado sucede y pareciera que volvemos a fojas cero. A ratos la desesperacion aparece, ya que las mejores intenciones se ven derrumbadas por estas contingencias, no sabiendo en que punto las cosas parecen ser difusas, y que no se pueden atrapar firmemente para finalmente terminar cosas que se han prolongado en exceso. ¿ Será que son solo espejismos la idea de termino?. Es probable que solo tengamos una idea vaga de la vida, de su sentido ni de su transcurrir, pero es relevante el culminar ciertas cosas para comenzar otras. 

¿ Cómo no perder el animo cuando las cosas se ponen complejas, por motivos que no podemos controlar?. Esa pregunta me la hago continuamente, aun mas estos ultimos dias, donde surgen sin parar motivos para obstaculizar e interrumpir lo que se planeaba hacer...

Espero no perder la fe o el optimismo....lo curioso es, que mientras mas triste me siento interiormente, mas alegre me parece el futuro......

jueves, 1 de septiembre de 2011

Pepitas de tomate.

Una  viejita sentada al sol, mirando nubes tan blancas como su pelo, masticaba y masticaba un pequeño tomate rojo, ella tan mañosa como vieja, le sacaba cuidadosamente las semillas, de una en una las juntaba al borde de su plato. Tras saborear el último pedacito del fruto, hace un esfuerzo, a su edad un gran esfuerzo, se coloca de pie, camina lentamente por el corredor de su casa, y haciendo gala de un resto de fuerza, agita el platillo al viento ¡las pepitas volaban! Algunas cayeron sobre el pasto, otras en paragüero, las que tuvieron suerte, con tierra fértil dieron.
Dos semanas de ese acto minúsculo en un mundo complejo, pero tan grandioso en el mundo de un abuelo, por ello, no es de extrañar que sorprendiera a la nieta, ver a tan concentrada abuela mirando a dos pequeñas matitas de tomate ¿qué miras abuela? Mis dos retoñitos de tomate ¿Qué tienen de especial? ¡Solo son matas de tomate! Mijita ¡Son únicas! de muchas que he lanzado, solo dos han crecido.
Así pues, la vida no es ni justa ni sencilla, una semilla tuvo suerte,  cayó en un lugar húmedo y soleado, la otra solo nació con la suerte de nacer, pues ni agua caía más que la natural de la nubes y luz no veía, más que el pálido lucero de las tardes.  Así como la primera solo crecía orgullosa hacia arriba, la otra se arrastraba por dar con la luz negada, por la suerte, por el destino, o simplemente por vieja malcriada.
Así cual serpiente crecía y crecía, mal trecha y hasta fea, pero crecía, su compañera parecía reírse, cuando le veía perseguir la luz sin dar con ella todavía.  Jamás la afortunada bendecida, se habría esperado lo que se le venía, pues ella del mudo, solo el verano conocía y al caer el invierno tarde aprendió, que el mundo no solo luz, tiene en la vida.
En cambio la otra semilla, no se puso más bonita, ni mucho menos más grande, solo aguantó, resistió el invierno, para ver otro verano, y un día, de tanto retorcerse buscando la luz, la encontró.

José Mesina.

lunes, 29 de agosto de 2011

Sí hoy tengo que recordar algún poema

Sí hoy tengo que recordar algún poema, recordaría éste de Gonzalo Rojas:

¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas, sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces?
¿O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer
ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo,
repartido en estrellas de hermosura, en partículas fugaces
de eternidad visible?
Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra
de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar
trescientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una,
a esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso.

No diré nada para no ahondar en el cliche. 
Sólo que entre hospitales a uno le da por recordar versos aprendidos a la rápida, sin mayor reflexión, propios de antologías escolares, que dicho sea de paso me gustan, como si en la mente se jugara una pichanga, un partido de fútbol de barrio y la tierra, el polvo y, como ayer llovió también, el barro que se levantan fueran esas palabras que van de un lado a otro de la cancha. Frente a muchos hombres  y mujeres esperando radio terapia me preguntó si acaso este sufrimiento corporal no será también el sufrimiento del único cuerpo que existe, pero no ya en estrellas de hermosuras ni en partículas fugaces, sino en quince hombres y diez mujeres, de quienes, sólo aquellos que nos sentimos inclinados a amarlos, los recordaremos al final  en su finitud, hoy muy visible, en un dolor que, a veces, parece ajeno y cercano, un dolor nebuloso, que hermana y aleja.  Recordar no es gran cosa. Tampoco extrañar. Las ansías que sentimos no es algo de nombre inmemorial. Yo pienso que el amor se da junto con la enfermedad y  todos nos morimos en esa guerra, pues tiene razón el Poeta (todos los poetas la tienen), y es una guerra por la totalidad, por lo absoluto, por tan sólo un día no sentir el riesgo de la vida y de sus opciones y, por supuesto, el de su natural fin. Son las ganas de que la felicidad de la cura habite en veinticinco, algo así que la felicidad sea múltiplo de cinco. Que seamos como los gatos, es decir, que tengamos más de una oportunidad de vivir.

martes, 23 de agosto de 2011

El Paro

Esa mañana era un poco extraña. Un ruido sordo, proveniente de ningún lugar, despertó a todo el país . Se sabía que esa mañana era de movilizaciones, de paros, de quejas, de pitos y silbidos, de no trabajar o de trabajar a medias, según el lugar que fuera. Sin embargo, nadie contaba con que el paro fuera total. Las olas del mar desaparecieron a partir de las 8 de la mañana, quedando el mar quieto, como una patina de cristal, en la cual solo el ir y venir de los escasos peces que habitan las costas nacionales interrumpían la tranquilidad de tumba que reinaba en el lugar.

El sol tambien se quedó quieto. Algunas olvidadas profecias señalaron que pasó cuando había que combatir a los enemigos de Dios, y no se movió hasta que fueron todos exterminados. Bueno, en este país pasó lo mismo. Nadie supo cuando terminar la protesta, porque el sol se mantuvo quieto y, como no hacía ni frio ni oscurecía, la marcha se prolongó y prolongó, sin que nadie pareciera extrañado de la situacion.

El gobierno aun no sabe que hacer. No es que tenga claro que es lo que hay que hacer, pero temen que el que las olas del mar vuelvan y que el sol se mueva sean parte del petitorio de las masas descontentas. Dicen que los lideres de la movilizacion estan evaluando si exigen o no la vuelta de la noche al territorio nacional

lunes, 22 de agosto de 2011

Presagios

Desde principios del siglo XVII, de manera apenas perceptible, se fueron descartando progresivamente elementos que durante miles de años fueron considerados valederos y dignos de confianza. Con el surgimiento en  Europa de las ideas ilustradas y, por ende, a todo el hemisferio occidental, el racionalismo reemplazó las corazonadas, la intuición, el instinto o como lo quieran llamar, dando lugar a una realidad construida por y para la razón, ridiculizandose cualquier herejia ante este discurso hegemonico y totalitarizante. 

Sin embargo, la vida es extraña. No siempre se ajusta a lo que podemos esperar lógicamente. Nuestras decisiones, queramoslo o no, responde a iniciativas extrañas, que no nos atrevemos o no podemos identificar claramente. Quizá la misma vorágine de la vida nos impulsa a ignorar a nosotros mismos y lo que sentimos, y hacer lo que en realidad se espera de nosotros. Presiones afrontamos en todo ámbito de la vida y, muchas veces, actuamos según estas. 

No hay nada de que arrepentirse al tomar decisiones por motivos confusos o poco comprensibles para el resto. Lo importante es ser consecuentes con estas, poner el hombro y luchar por vivir conforme a las decisiones que tomamos......muchas veces, nuestro subconsciente nos dice cosas que nosotros mismos no queremos contar a nadie, y nos vamos convirtiendo en extraños incluso para el propio yo. El oraculo de Delfos ya lo decia hace miles de años " conocete a tí mismo".

El conocimiento de uno mismo tiene rutas inesperadas...y no ignoremos las señales que vienen de ningun lugar

domingo, 21 de agosto de 2011

Intento


El primer  vaso que cayó en manos mapuches data  de 1553. Nadie sabría contar muy  bien cómo y nadie  sabría decir  si fue antes o después que Valdivia pidiera clemencia  de  forma,  digámoslo, seamos sinceros, mentirosa. Nadie culpa a Lautaro, más bien  juzgamos el poco valor  que tuvo para mantenerse en la senda en la cual  vivió tanto años el ahora insigne, negro y olvidado conquistador. Pero no es Valdivia el tema. Es el primer  vaso que cae en manos de los mapuches, luego que los caballos, lanzas, piedras, arcabuces, espadas chocaron como  en una olla  que cuece sonidos, tal como mi abuelita decía, aquí se van a cocer  habas, durante una tarde de verano mientras me enseñaba a cocinar o eso creíamos ella y yo. Ese  día aprendimos otra  cosa más, así como una tarde o amanecer,  aprendió Aillapichon, un niño de  catorce años, por primera vez (no es que importen las primeras veces, creo que no importan para nada) un vaso. Aaaaah, eso es una falacia, dicen y  resuena un eco por ahí. Digo: bueno  esta bien protestar,  otro más bien me corrige diciendo: no señor,  expresa su derecho a  decir, hablar y ser escuchado, pero adelante compañero,  y el compañero (mío no era o quizás si, si hubiésemos tenido unas cervezas) dice gracias y  se vuelve  a dirigir a mi,  ¿A mi? Lo dudo. Siyo era  quien  estaba  contando la historia en el Seminario “Alumbrados, palurdos  y  las historias que serán historias” llevado  acabo no diré dónde, no porque no quiera recordar, sino para resguardar los cobros de derecho de autor y cualquier  semejanza con la realidad. ¿Por qué es una falacia? Decir aquello es presentar una mirada etnocentrista, que estima mal, irreal, pues  deja entrever el hecho de que los mapuches no tenían  vasos, dice levantado la voz en cada silaba, en cada vocal fuerte. Si es cierto, pero déjeme continuar y vera el misterio del primer  vaso de vidrio que tuvo en sus manos un  antiguo niño ¿Suena mejor? Jajajaja  aplausos generalizados o aplausos imaginados por mi para sentirme un poco mejor. 

Resulta que la duda entre todos los investigadores  yace en saber  cómo llego el vaso de vidrio intacto luego del fragor de una batalla. Algunos, los más osados señalan que  cayó en las manos de Aillapichon por que éste  se había negado a pelear, escondiéndose detrás del frondoso  bosque, otros dicen que  era un amuleto guardado y cuidado por el capellán o cura que  acompaño al gobernante, y por ello, se atreven a deslizar que era un cáliz y no un vaso. Yo me inclino más bien por la primera, pues no todos estamos hechos para las batallas, sean estas de la naturaleza que sean. Así sea como  fuere,  Aillapichon  tuvo un vaso que  escondió de los grandes caciques y espero que el juicio llegara  a su fin. Luego que el cuerpo fue  devorado y lanzado a los perros, Aillapichon siguió de cerca los restos de Valdivia. Al principio aparecieron ciertos  gorriones, loicas y  cuervos que  desgarraron la carne, lanzado los pedazos al aire con su pico, tragando dificultosamente o jugando como si tuvieran en su garganta una fila de hormigas coquetas. Y como el cuerpo se descompone  rápido, algunos  gusanos, cucarachas y moscas acompañaron el festín oscuro y lúgubre. No diremos más al  respecto, sólo que una mosca, seguramente menos glotona, se acercó a dónde  estaba el pequeño y curiosa  y menos hábil se poso en el vaso aletargada, lenta, y Aillapichon ni tonto ni perezoso dio vuelta el vaso y la encerró. Al principio pensó que estaba muerta o moribunda, una mosca sana y en la  vitalidad de su corta vida habría saltado y  golpeado contra el vidrio buscando una salida, pero esta se demoro en  batir sus alas y en juguetear como una tejedora con sus patas delanteras. Aillapichon cerró un ojo para  precisar su visión. Se acercó al vaso y observo que  esta era una mosca española, pero cómo se preguntó, pueden existir moscas del bando contrario, pues siempre pensó que las moscas eran el espíritu bueno o malo, aun no lo sabia, de un antepasado. Pero esta era española. O se  creía española o Aillapichon la imagino española, con casco, espada, arcabuz, y una cruz que formaba con sus patas delanteras, haciendo rogativas, pidiendo, quizás, clemencias al cielo, que era la parte posterior del vaso. Luego se dio cuenta que la mosca, paradojas de la vida, al ser española estaba comiéndose al gobernador o ex gobernador español y que tal vez, ella misma era la gobernadora española de las moscas, que  aprovechando las sin razones de la vida y  de la humanidad en un acto de traición y rebeldía comía a su líder y hermano. Así eran todos los huincas,  asesinos y carroñeros de si mismos. Pero  tal vez todos los seres humanos lo sean de alguna forma, claro que de formas menos bestiales. Y como mi camino es acabar con el enemigo, decidió,  agitar fuerte el vaso, cuidadosamente darlo vuelta  y por fin aplastar con sus pies descalzos a la mosca. Así la sangre no dejara nunca de gritar, incluso la de las moscas muertas,  tema de larga duración pero  que se cuenta hoy con otras estructuras asesinas, espráis,  venenos, matamoscas (que objeto más llamativo se llama para lo que se usa aunque a veces se use para otras cosas) y también sopas, pues  según la canción de cachureos  Mi hipótesis  es que Aillapichon  diez años más tarde  beberá sangre de cordero u oveja en el vaso. Estando medio mareado y muy entretenido en los placeres de la chicha, observo que una mosca se posaba en el vértice,  en el lugar dónde el posaba suavemente sus labios enrojecidos. Enfurecido, con la posibilidad que sus sentidos y  motricidad le pudieron dar,  se agacho lentamente, dio vuelta el vaso, aunque la mosca más rápida salió volando antes de ser cubierta por la chicha que se derramo en el suelo. Cuentan que de ahí viene también el antiguo rito de convidar  parte de las comidas y licores a la tierra. Aunque esa ya es otra historia. Y  ésta seguramente no lo es.  Cuando  termine no hubo aplausos.  Hecho  propio de las exposiciones que sólo son estudios exploratorios. Las fotos del   seminario se publicaron  una semana después  y las  vi facebook. Todos muy intelectuales. La verdad dudo que tenga algún  sentido. Aunque queda todavía por contar que aprendí con mi abuelita un día de verano que se cocían habas.

domingo, 14 de agosto de 2011

La Huida

Hay personas que de tanto huir al final terminan donde comenzaron. ¿ De verdad se puede huir de uno mismo? ¿ Existe algún lugar en el que los fantasmas del pasado no acosen?.....No lo sé. Alguien me comentó una frase que me dejó hechizado...." a pesar de estar lejos, igual hay cosas que son complejas. No tengo con quien hablarlas...de hecho las omito incluso para mi misma".....Al final, creo que huimos quizá para encontrarnos a nosotros mismos, a cambiar de escenario, quizá la fantasía de recomenzar...de comenzar de nuevo ( como lo dijo alguna vez el ultimo John Lennon).

Sin embargo, la huida al parecer no da respuestas. La huida carece de dimension ontologica, no tiene sentido...al final es reproducir lo previo con otro escenario...porque al final seguimos siendo nosotros mismos.....con nuestras inseguridades y fortalezas. La reflexion es abierta, no creo estar en posicion de plantear algo...solo el llegar a hablar consigo mismo, pensar en uno mismo.....solo ahí la huida tendrá sentido cabal

Niños

Al final, los unicos seres humanos que merecen mi consideracion total son los niños. Solo se quejan cuando algo les duele realmente, señalan claramente que es lo que quieren sin recurrir a mentiras o eufemismos, son honestos cuando algo no les gusta o les agrada, y sus necesidades y ambiciones son relativamente simples.

Viendo una pelicula, Wings of Dessire, decía que los niños hacen las preguntas realmente relevantes....¿ Por qué soy yo yo y no soy él? ¿ Por qué estoy aca y no estoy en otro lugar, siendo yo tan parecido a el? ¿ Qué es eso que viene ahora, y por qué a mí y no a el?

Al final , lo relevante parece volver a la simplicidad.....a lo primigenio....al principio

Pendejadas

Ayer pensaba que, despues de todo, la vida no es una perdida de tiempo y el pasado no es un pasivo que deba desdeñarse si no ha sido satisfactorio. Un deja vú perpetuo, en el cual el sentido del ridiculo y la lógica común no parecen comulgar de manera adecuada, se me presentó. Mis ataques de risa, con mi querido Arturo haciendo acotaciones descaradas pero de una gran exactitud, al parecer quedaron desapercibidos, pero no por eso ocultaron mi enorme desazón de sentirme en un limbo, en un espacio en el que estoy prestado, que me es de gran utilidad practica pero que destruye el espiritu, y que debo escapar de la forma mas rapida posible.
Sin embargo, en algun momento me pregunté si yo estaba equivocado y ellos en la razón, debido a que las caras eran muy serias, y al parecer el asunto era muy relevante. Honestamente, entre mi desazon y los ataques de risa se dio toda la dinamica individual del momento.....al final, lo unico que valió la pena fue el reafirmarme que ese era un espacio de pendejadas, de pelagatos....y que soy mas real visceralista que lo que pensaba........al parecer Arturo estuvo de acuerdo cuando se lo comenté...

Mi respuesta que es un responder que mete los pies.

Ambos están en lo correcto. En primer lugar qué diablos buscan las mujeres... aunque intuyo qué es y la verdad es un fastidio. Aplico un axioma sacado de un verso de Neruda: Besarlas a todas, sin querer para siempre a ninguna. Y la felicidad es esto: estar aquí sin saber por qué, ni cómo, ni hacia dónde. O tal ves la felicidad es espasmodica, ilusa. No lo sé, quizás lo sabremos al final o tal ves nunca. Misterio. No. Mejor una búsqueda. No. Mejor un castillo de arena. No. La casi felicidad es que otro rompa eso que se interpone entre uno y los demás, una especie de soledad ontológica, para no decir irremediable, jajaja. La felicidad perfecta debe ser cerrar los ojos, sentir un cuerpo cálido junto, pensar esta vez aguante un poco más... aaaaah y esos quejidos (estamos pensado, imaginando, mientras nos piden que la (o) abracemos) son igualitos a la acción de chuparse los dedos con lo que queda del chocolate derretido, y después, sentir y exclamar ¡maravilloso, como misioneros, que yo sepa, nadie más puede estar en el momento intimo! Sin importar los motivos, que en mi juventud, pienso que son todos validos. Me dejo dominar por un totalitarismo libidinoso, lascivo. Por último sólo quiero dejar una reflexión: ¿Han visto como copulan los demás mamíferos? Un horror. Yo creo que ellos no son felices.

martes, 9 de agosto de 2011

Escribir

Es interesante cuando te preguntan si tu escribes. La mayoría de las veces no sé bien que responder porque, en general, considero mas bien mediocres mis intentos de generar algún texto interesante de leer y disfrutar. Considero mis talentos limitados, a pesar de mi indomable vocación de lector y de analista de buenas obras de literatura. No esconderé mi ingenua ambición de ser un escritor y poder lograr vivir de eso, desdeñando en parte mi formación universitaria, que no paso de ser decepciones con breves periodos de sentido.

Sin embargo, creo que lo que mejor me define es el ser un lector voraz, que intenta emular a los grandes maestros de la literatura, que busca un sentido y comprension en la narrativa presente en dichos textos, y que busca crear algo parecido, re-crear lo que alguna vez logró ser creado de la nada.

Mi busqueda ya partió. No sé donde iré a llegar, pero a veces el mismo camino es mucho mas edificante y constructivo que el termino de este. Buena suerte....

Cambios


Mi fanatismo por Watchmen me ha llevado a profundizar en el magnifico sountrack que tiene la pelicula. Uno de los tema, que abre esta brillante adaptacion, es el del inmortal Bob Dylan, llamado " The times they're a-changin". Un tema precioso, folk, que da cuenta de los enormes cambios de la sociedad norteamericana durante la segunda mitad del siglo XX, en especial durante la decada del 50 y 60, cuando al parecer todo iba a cambiar para mejor. Si bien en el universo Watchmen no se cumplió lo proyectado...la cancion deja interesantes reflexiones. Los cambios son positivos, nuestra naturaleza es anti estatica. Una sociedad estatica muere irremediablemente, y un individuo no es la excepcion. La idea del cambio, de la inestabilidad, de el enfrentarse cara a cara con lo incierto y lo desconocido no debe generar temor, sino al contrario. Una sana alegria, de que estamos quemando etapas, que el aferrarse a elementos que consideremos " seguros" o " estables" en realidad no existen. Solo existe el ahora, y el momento mismo, por lo que se debe aprovechar lo mas posible el lugar y tiempo exacto. Existen personas que, de tanto pensar en el futuro, se olvidan del presente en que viven y llevan derroteros respetables pero en mi opinion ridiculos, que a la larga los haran pensar, cuando esten demasiado absorbidos como para dar marcha atras, en por qué no hicieron las cosas un poco distintas, porque no dieron mas opciones al momento, que motivaciones hicieron que perdieran momentos precisos y preciosos de la vida.

Por tanto, a vivir la vida señores, a disfrutarla. A amar, a odiar, a desear cosas, a tomarlas, a dejar otras. Este mundo y esta vida es para vivirla, y eso es lo que debemos hacer.Y recordemos, " la felicidad no siempre se asocia con exito". El unico y verdadero exito de esta vida es, sencillamente, ser feliz. ( la rescate de mi antiguo  blog) 

Sincronizados

Una tarde de lluvia, con el regalo que envolví apresuradamente en mis manos, observo la fauna presente en la micro que tomé para llegar a casa. Como de costumbre, hay de todo. Padres con hijos que observan desolados la lluvia que cae inmisericorde sobre el pavimento, señalando que será esta un domingo invernal y frío, poco apto para los juegos infantiles al aire libre, parejas que seguramente aprovechan el único momento de la semana que tienen en común para salir a algún lugar para divertirse, solitarios que a lo mejor no tenían nada que hacer en sus casas...etc.  


Sin embargo, poderosamente me llama la atención una pareja que va sentada junta, y que en ningún momento vi conversar. Sin embargo, aparecían asombrosamente coordinados entre si. No hablo de lenguaje corporal o esas cosas que me huelen a invento de quien sabe que analista de la conducta humana, sino simple y llanamente de los movimientos mas visibles de cada uno de ellos. Movian la cabeza al ritmo de la musica que compartian cada uno con un audifono, mascaban chicle al mismo tiempo y movian los dedos de la misma manera.  En ese momento me parecio gracioso, simpatico, pero despues lo califique como perturbador..¿ será eso de lo que hablaban las escrituras cuando decia " llegaran a ser una sola carne"? 


Lo pense un buen rato......y no llegue a ninguna conclusion.....a lo mejor soy un pobre tonto que no comprende la relacion de pareja o ellos tenian una especie de sicopatia......quien sabe

viernes, 5 de agosto de 2011

Promesas a la Botella.




Y ando Aturdío
Con la cama pegada
Un torpe dormío
Mi señora me reta
Ya se pone pesada
Y le digo
¡Usted no me respeta!
Me trata como mendigo
¡Yo soy tu marido!
Me duele la cabeza
Y solo yo le pido
Que tenga la certeza
Que de mi vida la botella
La he exiliado
y solo para mi mujer bella
estaré animado.

José Mesina.

De la noche a la mesa, mesa a la copa, de la copa al suelo y del suelo a la noche.



De la chicha al vino.
De la mesa al suelo
Mi espalda de duelo
Mi bolsillo albino
Mi orgullo muerto
Mi sed abierta
La mesa puesta 
y el futuro incierto.

José Mesina.